La tiroidectomía se utiliza para tratar trastornos de la tiroides, como cáncer, agrandamiento no canceroso de la tiroides (bocio) y tiroides hiperactiva (hipertiroidismo).
Por qué se realiza:
- Cáncer de tiroides El cáncer es el motivo más frecuente para realizar una tiroidectomía. Si tienes cáncer de tiroides, es probable que la eliminación de la mayor parte o de la totalidad de la tiroides sea una opción de tratamiento.
- Agrandamiento no canceroso de la tiroides (bocio) La eliminación de toda la glándula tiroides, o parte de ella, es una opción si tienes un bocio más grande que sea incómodo o cause dificultad para respirar o tragar o, en algunos casos, si el bocio causa hipertiroidismo.
- Glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo). El hipertiroidismo es un trastorno en el que la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroxina. Si tienes problemas con los fármacos antitiroideos y no deseas una terapia con yodo radioactivo, la tiroidectomía puede ser una opción.
- Nódulos tiroideos indeterminados o sospechosos Algunos nódulos tiroideos no se pueden identificar como cancerosos o no cancerosos después de analizar una muestra de una biopsia con aguja. Los médicos pueden recomendar que las personas con estos nódulos se realicen una tiroidectomía si hay un mayor riesgo de que los nódulos sean cancerosos.
La tiroidectomía generalmente es un procedimiento seguro, al
igual que cualquier cirugía, implica un riesgo de complicaciones.
Algunas de las posibles complicaciones son:
- Sangrado.
- Infección.
- Niveles bajos de la hormona paratiroides (hipoparatiroidismo)
causados por daño quirúrgico o extracción de las glándulas paratiroides.
Estas glándulas están situadas detrás de la tiroides y regulan el
calcio en la sangre. El hipoparatiroidismo puede causar entumecimiento,
hormigueo, o calambres por los niveles bajos de calcio en la sangre.
Experiencia de Nuestra Paciente.
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